jueves, 18 de abril de 2013

DILEMA: Esperando un trasplante.


En un hospital hay cinco personas gravemente enfermas. A cada una de ellas les falla un órgano distinto(a una le falla el corazón, a otra el hígado, a otra los riñones...). Van a morir pronto. 
La única solución es un trasplante de urgencia, pero las listas de espera son tan largas que no llegarían a tiempo. ¿Seria correcto elegir a un hombre que esté paseando por la calle, matarlo, y transplantar sus órganos para salvar a esas cinco personas?


Este dilema me ha llamado mucho la atención y ha creado un gran impacto en mi. El haberlo de entre muchos otros creo que se debe a que la situación se parece mucho a una película que vi hace poco tiempo, se llamaba “Siete almas”. Esta película trataba de una persona que se suicidaba para donar sus órganos a 7 personas para salvar su alma debido a que él mató a 7 personas en un accidente de tráfico.
La situación se parece aunque no es del todo igual, en este caso el supuesto donante no sabría nada de lo que ocurre, estará siendo asesinado. 

Por una parte si nos pusiéramos a pensar en una balanza y pusiéramos al hombre en un lado y a los enfermos en otro pesarían mas cinco vidas que una, algunos estarían de acuerdo con eso porque verían solo la cantidad y muchos otros pensarían que pesa mas la vida de una persona que la de cinco enfermas. 
Las ventajas de matar a esa persona sería que así salvaría cinco vidas más, esas personas podrían ser útiles para la sociedad y hacer más cosas que uno solo. Alegraría también la vida de los familiares al hacer posible que el enfermo siga con ellos. 

Los inconvenientes de matarlo sería que al ser una persona al azar no sabes como es el comportamiento de esa persona, si tiene una gran familia, un gran trabajo o si hay mucha gente que dependa de él. Al matarlo le quitamos la vida, la posibilidad de seguir con su familia, de realizar sus sueños, de progresar y de envejecer. Cometeríamos un delito y además haríamos sufrir a su familia matando a su ser querido sin que él se lo merezca. 

En fin mi conclusión es que nadie se merece que lo maten, aunque fueran cien personas en vez de cinco, eso da igual.  Los demás están enfermos por ellos mismos, nadie tiene la culpa de ello y nadie se merece que lo maten. Si fuera con su consentimiento, al igual que en la película que vi pues sí pero al no ser así no estoy de acuerdo.